
Amada familia...
Cada
instante que compartí con ustedes me hizo sentir tan afortunada. Los chuchinis,
como les dice Papá, nacimos sin entender el mundo. Despertamos a la vida con
dos sueños simples: tener algo que comer y vivir un día más. Pero en mi mundo,
el que conocí siendo una pequeña cachorra con una apariencia de ardillita,
descubrí un sueño mucho más hermoso: pertenecer a esta familia. Ustedes...