Escuchando los viejos cassettes de mi papá estaba grabada la siguiente pieza añeja de la Banda Los Cadetes de (San Pedro) Yodoyuxi.
Se trata de una marcha titulada "Huchita", que fue interpretada en aquellos tiempo cuando esta banda musical de la Mixteca era un grupo mucho más conocido y popular que su exvocalista la señora Lila Downs.
Así como la Canción Mixteca y el Dios Nunca Muere, existen bastantes versiones de La Llorona, sin embargo, la siguiente interpretación es la unica que a mi parecer tiene algunos acordes que se diferencian claramente del resto de las versiones y por eso, todavia es inigualable.
Esta pieza la escuche en mi niñez, en uno de los discos preferidos de mi papá Arturo Rosales, llamado: "Ecos del Istmo", que según me explicó en algún día, fue un Lp grabado a principios de los 70s con la entonces desconocida marca "Discos Coro" por la Marimba de Ernesto Dominguez, quien fue uno de los hermanos músicos y fundadores de la afamada e internacional Marimba Lira de San Cristobal.
A continuación comparto el video con tal versión de la Llorona.
PD: Por si alguien desea educar el oído, puede escuchar todo el disco de "Ecos del Istmo", que pertenece a la audioteca real y digital de mi papá, compilada por mi equipo de audio: Frecuencia mp3.
"Entre tantos recuerdos, unos más recientes y otros muy viejos, siempre destacarán en la memoria aquellos sucesos vividos en la patria chica, en la querida tierra que nos vio nacer, en donde crecimos y empezamos a conocer lo que es la vida. Ni cómo olvidar que en esa tierra hubo, hay y por siempre habrá tradiciones que desde chicos hasta grandes, aprendemos a conocer y preservar. Una de esas tradiciones, sin duda para mi, es el Festejo de San Sebastián [un añejo barrio de Tezoatlán, Oaxaca], la añorada fiesta del 20 de enero que en este año 2019 en compañía de mi esposa Gloria, mi hijo Perseo y mis apreciados familiares: Juan y Elia, he tenido la fortuna de atestiguar y de atesorar en mi mente, una vez más."
Fue una foto de los albores del nuevo milenio; en esa época, los encantadores abuelitos inesperadamente se retrataron en una tarde noche de reunión familiar, acompañando a todas sus consentidas nietas millennials.