del Profr. Arturo Rosales Toledo

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¡Gracias por tu ejemplo de vida!

¡Gracias por tus enseñanzas!

¡Gracias por dejarnos tus recuerdos!

¡Gracias por enseñarnos a vivir!

¡Gracias por tu apoyo!

¡Gracias por tu sabiduría!

¡Gracias por tu ejemplo de vida!

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octubre 30, 2023

En los años de su inquieta niñez, allá por 1941, el pequeño Arturo Rosales Toledo disfrutaba cada 20 de enero de la fiesta de San Sebastián, en Tezoatlán de Segura y Luna, Oaxaca. Ahí veía los rituales paganos que incluían el baile y espectáculo de los monos, representando a seres como la china, el catrín, el ángel, el diablo y la muerte... que fue el mono que más lo impresionaba porque siempre andaba al acecho de todos los demás. Hasta su última visita a su añorado pueblo en la fiesta del año 2020, el Profesor Arturo platicaba que siempre admiró esa convivencia de personas y figuras fantásticas en una calenda musical que recorría el antiquísimo barrio de San Sebastián, su cuna geográfica. Recordaba que con la incontenible curiosidad infantil, alguna vez le preguntó insistentemente a mi abuelito Abdón de dónde procedía tal tradición pueblerina, y entonces, en las palabras de su papá, que fue un hombre de campo, humilde, iletrado, pero muy sabio y conocedor de su origen, le relató una historia que quizás es una leyenda, quizás es un mito, o tal vez... fue una realidad que trascendió hasta las creencias y el modo de vida de los mixtecas, que es la etnia donde nacieron mis bisabuelos, mis abuelitos y mis amados padres.


Calenda de Monos en San Sebastián, 2019

Hace mucho tiempo, cuando inició la época del quinto sol náhuatl que trajo la iluminación del mundo: "se creó un lugar en la tierra semejante al cielo, este lugar es Apoala [Oaxaca], donde establece su asiento y se construyen sus palacios, la primera pareja divina [primigenia] para su deleite y descanso durante una larga época" (Zaabedxe, et.al., 2010). En esta historia -que ahora sabemos ya tiene un sustento en la interpretación del códice Vindobonensis raptado durante la conquista española y actualmente resguardado en la Biblioteca Nacional de Austria- se describe un génesis con los elementos sustanciales de la vida: los dioses creadores, el cielo, la tierra, el agua y el árbol del origenque configuraron el mundo de los seres vivos y sentenciaron la misión, la muerte, el culto y la ascensión que debían cumplir los primeros 44 mixtecas, los cuales serían insuflados de vida por el señor 9 viento (Coo Dzavui) para empezar una diáspora desde Achiutla, un sitio en donde fueron depositados para migrar hacía todo el territorio de esa tierra montañosa y fundar los señoríos y los sacerdocios que en conjunto representaron la antigua civilización Mixteca. Sin embargo, cuando esto sucedió ya había transcurrido tanto y tanto tiempo que las tierras destinadas para ese pueblo originario eran habitadas por los gentiles, que fueron los seres gigantes surgidos durante el génesis, dotados de una sabiduría y una fuerza capaz de transformar la naturaleza del mundo según su voluntad. 


Los primeros mixtecas que emigraron por distintos rumbos y pudieron asentarse empezaron fundando notables señoríos, como: Tillantonco (Tilantongo), Tōtōtepēc (Tututepec), Cōāīxtlahuacān (Coixtlahuaca), Xiuxtlahuaca (Juxtlahuaca), Huaxuapan (Huajuapan) y Teotlchihualtlano (Tezoatlán); vivían en paz, pero a la vez convivían en armonía con los gentiles: trabajaban uniendo sus esfuerzos para irrigar, despejar y proteger el territorio como lo “demuestra” la evidencia geográfica del Boquerón de Santo Domingo Tonalá, asimismo, mixtecas y gigantes descansaban cuidándose unos y otros, disfrutaban de las fiestas bailando y celebrando juntos como en la calenda de personas y monos, pero también atestiguaban sus rituales, uno de los cuales consistía en cavar una fosa para enterrar de pie al gentil muerto; era depositado junto con un itacate que tenía los víveres y utensilios que el difunto necesitaría para iniciar su larga caminata hacía la eternidad. 


Muy probablemente los mixtecas recibieron un aprendizaje significativo de los gentiles, eso quizás fortaleció el culto impuesto en su génesis, pero con la salvedad de enterrar a sus cadáveres recostados en la fosa, con una disposición de alimentos, granos, flores y enseres que representaban una ofrenda y un tributo para la divinidad, pues cada difunto mixteca no iniciaba una caminata como los gentiles, sino una redención que le permitiera tener la ascensión inmediata hacia el reino de los progenitores divinos, que estaba en el lugar donde se originan las lluvias, por eso los mixtecas representaban el Ñuu Savi (El Pueblo de la lluvia).


El culto a los muertos entre los mixtecas quizás fue una particularidad de la creencia existente en el mundo prehispánico, porque la conmemoración de los muertos se remonta a todos los pueblos mesoamericanos, destacando las culturas indígenas: azteca, maya y purépecha, cuyas creencias religiosas consideraban la muerte como una etapa complementaria y necesaria de un ciclo que continuamente renueva la energía y la vida en el mundo. Aunque estos pueblos celebraban rituales para honrar a sus seres fallecidos, también se sabe que coincidían con la temporada agrícola y se asociaban a la cosecha del maíz, pues, explicó el Profesor Enrique Florescano en su ensayo de 1993: “[El] ciclo de muerte y resurrección de la planta del maíz estableció, para todos los pueblos mesoamericanos, el paradigma de los procesos de creación [tal como el nacimiento u origen]. De acuerdo con el proceso de generación del maíz, toda creación forzosamente implicaba el sacrificio de una parte de la vida [o sea, la muerte], y en el caso de la creación de seres o materias vitales [como las plantas de maíz], esta creación se verificaba en el inframundo [en el subsuelo], a través de la transformación de la materia desgastada en energía vital", pues eso sucede con la semilla obtenida de una planta muerta, que se degrada al sembrarla enterrándola, luego germina y con eso nace una nueva planta de maíz.

Las evidencias arqueológicas sugieren que en cada ritual de esos pueblos estaba implícito el respeto y el tributo a las deidades que representaban la vida, la muerte y la resurrección, como Quetzalcoatl. Mictlantecuhtli y Xipe Tótec, que en la mitología náhuatl eran respectivamente las deidades del cielo, el inframundo (el Mictlán), y de la regeneración de la naturaleza (que representa la vida, la muerte y la renovación).


Por ello, en las culturas prevalecientes en Mesoamérica la conmemoración del Día de Muertos tiene raíces antropológicas profundas. Desde los asentamientos mayas de México, Belice y Guatemala hasta las ciudades de Monte Albán, Mitla, Teotihuacán, Tenochtitlan, Tzintzuntzan y Tlatelolco, se han descubierto altares y ofrendas funerarias que contenían objetos personales, alimentos y utensilios, todo relacionado con un tributo ofrecido para el agrado de las deidades asociadas a la muerte y a un ideal de bienestar en "ese" más allá, por ello en la compleja cosmovisión prehispánica, la vida continuaba en una nueva fase trasladándose hacía un inframundo con sus propias reglas.


La fusión del ritual indígena del Día de Muertos con las creencias católicas se produjo durante el proceso de la colonización española, entonces, los misioneros españoles trabajaron en la evangelización de los indígenas, y una forma efectiva de hacerlo fue integrar las celebraciones católicas dentro de los cultos indígenas.

Como haya sido, el Día de Muertos es hoy en día una sentida conmemoración mexicana, un culto que sustancialmente honra a los seres queridos ya fallecidos. Se celebra los días 1 y 2 de noviembre coincidiendo con la festividad cristiana del día de Todos los Santos. Detrás de esta legendaria conmemoración existe la creencia que los espíritus de los seres muertos vuelven, aunque sea un instante, para reunirse con los familiares vivos en donde fue su hogar y compartir el alimento. Por ello, platicaba mi papá el Profesor Arturo, en miles de casas y en los cementerios se montan vistosos y coloridos altares con imágenes, comidas, bebidas, dulces, flores de cempasúchil, nube, gladiolas, claveles, crisantemos y terciopelos, así como velas encendidas, veladoras, cirios labrados, incienso, copal y numerosas figurillas de calaveras simbolizando a los muertos, que crean junto a las oraciones, los rezos y la música ese ambiente místico con el cual cada año se abre ese portal dimensional que vincula nuestro mundo con el reino de los difuntos, permitiéndonos, aunque sea por última vez, sentir su visita y percibir su presencia.

M.M. Perseo Rosales Reyes
Octubre de 2023


Fuentes de consulta:

BBC (2019). Xipe Tótec: el hallazgo en México del primer templo prehispánico dedicado a "nuestro señor el desollado". Redacción BBC News Mundo, 3 enero 2019.  

Florescano, Enrique. (1993). Muerte y resurrección del dios del maíz. Revista Nexos. Abril 1 de 1993. 

INPI (2018). Etnografía del pueblo mixteco Ñuu Savi. Un vistazo a los rasgos más distintivos de los pueblos indígenas de México. Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Blog: 29 de marzo de 2018. 

Melgarejo, J.L. (1980). El Códice Vindobonensis. Instituo de Antropología. Universidad Veracruzana.

Zaabedxe, Gubixa y Binigulazáa A.C. MMX (2010). Origen de los mixtecos o Ñuu Sabi. Ecochac, Al pie de la montaña sagrada, octubre 4 de 2010. 

octubre 24, 2023

El 27 de octubre del año 2017, días después de su presentación en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), la compañía Disney-Pixar decidió estrenar Coco, su primera película de animación inspirada en la cultura mexicana y la conmemoración del Día de los Muertos. La historia que se relata fue derivada de una profunda investigación antropológica y cultural, realizada durante tres años en diferentes lugares del país y sus tradiciones relacionadas con esta festividad, tales como: Guanajuato, Pátzcuaro, Tlacolula, Teotitlán, Mixquic y Xochimilco, entre otras. Se sabe que para elaborar su guion el equipo de producción se adentró en la idiosincrasia de las familias mexicanas, hasta comprender nuestra religión, nuestras creencias, nuestras vivencias y en especial, nuestro respeto y el profundo sentimiento ante la muerte de los seres queridos. De ahí surgió una película que tardó otros tres años en producirse, resultando especialmente conmovedora y universalmente comprensible, pues retrata con gran veracidad el simbolismo, la veneración y el culto que los mexicanos profesamos, en memoria de nuestros queridos difuntos.

La película no podía ser de otra manera, porque su realización implicó más que el dinero de Disney o una loca idea creativa de Pixar; hubo que invertir mucho tiempo y esfuerzo en empaparse de la idiosincrasia nacional. Los realizadores y creativos de la película investigaron de una manera sui generis: estuvieron una buena temporada conviviendo con la gente en los lugares más místicos de la conmemoración a la muerte, y así conocer y luego comprender la auténtica "Alma de México", la que infunde el animo de culto y el homenaje a nuestros muertos dentro de un evento fechado desde los tiempos prehispánicos en los primeros días de noviembre, que llamamos el día de muertos o también "todo-santos", el cual, lamentablemente en otros países se entendía como si fuera una celebración misteriosa, tenebrosa o siniestra de los mexicanos, comparándola con adorar la efigie de la muerte elevada a un rango de santidad o entronizar en un altar a los espíritus de la oscuridad.

El protagonista central de la película Coco es Miguel Rivera, aunque podría catalogarse como una animación de singularidad cinematográfica o solamente una simpática ficción, sucede que tal personaje realmente es un catalizador de las emociones, capaz de reflejar la rebeldía, las aspiraciones, la honestidad, la solidaridad, la identidad, la pertenencia familiar y demás valores que caracterizan la noble actitud del mexicano, pero en suma, todas estas cosas terminan proyectando con una enorme fidelidad el inconsciente de los mexicanos a medida que el personaje trasciende desde un mundo real, en donde cotidianamente convive con su familia, hasta entrar en el reino de los difuntos donde se enfrenta a nuevas situaciones, pero atestigua la existencia de los parientes que nunca conoció e interactúa con ellos, de manera que las añejas historias y recuerdos de estos fallecidos se añaden a sus vivencias, por eso a millones de espectadores mexicanos se nos hizo un nudo en la garganta, o quizás nos brotaron las lagrimas al imaginar que esto fuese posible con los nuestros que se han ido para siempre.

Particularmente Miguel Rivera empieza a remover los sentimientos porque demuestra al mundo esas creencias, ideas y aspiraciones vigentes de nuestro México querido, ya que logró expresar el insight de los mexicanos quienes desde pequeños tenemos grandes aspiraciones como ser futbolistas, actores, médicos, bomberos, astronautas o quizás superhéroes. En este caso el personaje se afana en ser cantante, aunque para ello, al igual que pasa con los millones de niños mexicanos de antes y de ahora, trata de enfrentar esas barreras que se levantan por mandatos, tales como: "No hagas esto", "Estate quieto", "Vete a ver si ya puso la marrana" o "Cállate cuando hablan los mayores", que son dichos que la propia familia mexicana inconscientemente impone en la psicología infantil, restándole a los hijos las posibilidades de convertirse en "Los Niños del Garaje" inquietos, desinhibidos y emprendedores que describió en su articulo de los 90s el Dr. Manuel López Michelone.

A través de la fantasía, del sueño y su perseverancia, Miguel Rivera logra fugarse a una realidad paralela que los mexicanos suponemos que existe y recordamos en cada Día de Muertos con un altar y su ofrenda; gracias a una guitarra el personaje llega a ese mundo del más allá donde nos confirma lo que queremos creer: que hay una vida que hacer, que hay gente que conocer y sobretodo, que también están los seres queridos de la ofrenda, que son una familia que orienta alimentando nuevamente la esperanza que aún, en las condiciones mas difíciles de una situación terrenal, ya sea por una crisis de salud, económica, existencial o romántica, siempre habrá una buena solución, salvo por la moraleja directa, la que se cumple aquí en la vida terrenal o en el más allá: lo único que verdaderamente mata, es el olvido y por tanto, hay que hacer lo posible por ser recordados, hoy y después.

Quizás ya basta de palabras y de mis explicaciones, porque será mucho más ilustrativo darnos el chance de volver a conmovernos con la tierna historia de Coco, de dejarnos invadir del tierno sentimiento que surge en esta fecha, por eso, aquí, por cortesía del Nido de Ideas el Blog de mi querido papá: el Profesor Arturo Rosales Toledo (DEP), comparto el video de la película. Click en la siguiente imagen para entrar en la sala de cine:


Como algo extra, cabe señalar que Miguel Rivera ya es un personaje de corrido gracias a la creatividad del grupo Bronco y José Gpe Esparza, quienes crearon una bonita canción, que también es un homenaje en memoria de los seres queridos fallecidos, y que ahora les comparto en un vídeo, de edición propia realizado en la cabina digital de ADDClipVideo y Frecuencia MP3, Disfrútenlo.

M.M. Perseo Rosales Reyes
Octubre de 2023

octubre 13, 2023

Corría el año 1984 cuando mi Papá Arturo Rosales Toledo compró algunos libros de una nueva colección de la Editorial Planeta, la cual ya había visto exhibida en los puestos donde cada día acostumbraba a comprar su periódico. Entre ellos se encontraba una novela histórica titulada: "Éxodo", era la obra de un periodista-escritor llamado León Uris

Cabe decir que desde que tuve una memoria de infancia más nítida, recuerdo a mi papá hurgando en las viejas librerías del zócalo de la Ciudad de México o platicando con los vendedores de libros en los tianguis y ferias, hasta que finalmente adquiría novelas, libros infantiles, de historia, de mitología, de leyendas, y obviamente, diccionarios y enciclopedias que justificaba como algo muy necesario para apoyar el aprendizaje de sus hijos. Por eso en su casa todavía hay una biblioteca con varios libros. Lamentablemente muchos de sus libros se han perdido o se destruyeron con el paso del tiempo, pero otros aún se conservan como símbolos de una de sus mayores dedicaciones en la vida: la lectura. 


El caso es que me motivó a leer la novela de Éxodo al explicarme que, desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1945) los judíos que se negaron a volver a sus lugares de origen fueron concentrados en campos de refugiados en Alemania, Austria y Chipre; desde ahí, con suerte y ayudas, lograron escapar a Palestina (1947) donde se unieron a los demás judíos desplazados, en 1948 bajo el liderazgo e ímpetu del ministro judío David Ben Gurion pudieron fundar el estado de Israel y se pusieron a trabajar en sus granjas comunitarias llamadas Kibutz. Todo ese relato me pareció muy imaginativo y no precisamente histórico, pero tomé el libro y decidí dedicarle un tiempo a leerlo.

Con mucho interés fui leyendo Éxodo y descubrí una trama de personajes, británicos, judíos y palestinos involucrados en hechos históricos como los campos de concentración ingleses en Chipre, la indecisión de los mandos británicos en Palestina, las tensiones diplomáticas en el seno de la ONU, la creación de las granjas colectivas israelíes, las operaciones secretas de la inteligencia judía, y muchas particularidades en las vidas de los supervivientes del Holocausto, que anhelaban tener una patria propia y huyeron en un barco renombrado: Éxodo, conmemorando el acto de liberación del pueblo hebreo de su yugo egipcio, con la guía de Moisés. Al llegar a Palestina y ya sin el control británico esta gente enfrentó a los nativos arrebatándoles tierras, hasta desencadenar el conflicto armado entre árabes y judíos, que permanece y caracteriza a esa zona del Medio Oriente. Ya en la era del vídeo casero descubrí la existencia de una película basada en la novela: Éxodo, dirigida por un ex-alemán: Otto Preminger y protagonizada por uno de mis actores favoritos de la adolescencia; Paúl Newman

Después de leer y ver esa película, finalmente entendí toda la explicación que me había dado mi papá... Tiempo después, por mi propia cuenta descubrí que entre las publicaciones del genial monero Eduardo del Rio "Rius", había un librito llamado: "Palestina, del Judío errante al Judío errado" y lo compré; también lo leí con interés y este fue la clave que en un 2x3 me dio la comprensión histórica de ese conflicto, que en estos días de 2023 llena las primeras noticias de los medios informativos. En cuanto pude, ahora fui yo quien motivó a mi papá Arturo de leer a Rius, entregándole ese librito en propia mano.

En este post les comparto el pdf del libro y el video de la película Éxodo, ya de Pilón agregué la versión pdf del librito de Rius, para que, además de informarse a modo de entretenimiento, puedan formarse un juicio sobre el origen de la guerra entre israelíes  y palestinos, tal como me pasó dándome el chance de leer uno de los libros de mi papá.

Pelicula Éxodo 1960

► Leer Uris, Leon: Éxodo

► Leer Rius:  Palestina, del  judío errante al judío errado


MM Perseo Rosales Reyes
Octubre 13 de 2023





Nido de Ideas, introducción de mi libro

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