del Profr. Arturo Rosales Toledo

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agosto 14, 2025

Este viernes 15 de agosto de 2025, el calendario nos devuelve a una fecha que vibra en la memoria de los que somos admiradores del rock. Pues fue un viernes de 1969 cuando la parcela de una granja neoyorkina se convirtió en el escenario de algo más que un festival: Woodstock. Ahí creo que definitivamente surgió el rock contemporáneo, porque ya no era música solo para bailar, ni para escandalizar la moral de los adultos de esa lejana década, sino surgió como una forma de protestar por las barbaridades del mundo, de compartir ideales, de resistir y de soñar.

No soy un profesional, musicólogo, ni periodista, simplemente soy un aficionado al rock que ha encontrado en sus acordes, sus letras y sus cantantes una forma de sentir la vida. Y hoy, con esta fecha en la mente, me di a la tarea de pensar en los momentos que, desde mi punto de vista, marcaron la transformación del género, pues el rock dejó de ser la música de los “rebeldes sin causa” y se convirtió en un sonido de múltiples expresiones y evocaciones de la memoria.

Creo que hay tres momentos clave que dibujan el mapa emocional del rock. El primero es su nacimiento como rock and roll en los años cincuenta, entonces fue un ritmo frenético, de la juventud desbordada, era una chispa de rebeldía que encendió todo y abrió el espacio a eso que después se llamó la contracultura. El segundo fue Woodstock, donde el rock se volvió conciencia, comunión, espejo de una generación que buscaba algo más. Y el tercero fue el resurgimiento del rockabilly, que con su estética cuidada y su aire nostálgico, honra los orígenes sin perder frescura pero desligado de alguna tendencia psicosocial.

No pretendo hacer historia ni dar lecciones a nadie. En esta publicación solo quiero compartir videos representativos del rock y expresar lo que pienso como aficionado, como alguien que ha vibrado con los riffs y acordes, o con cada rola. Porque el rock, aunque se ha fragmentado en estilos diversos—heavy, tecno, psicodelia, punk, glam, grunge, indie, etc.— dibujan el mapa emocional de un género que nunca ha dejado de latir desde que nació.

 Atentamente
M.M. Perseo Rosales Reyes
Agosto de 2025


I. El surgimiento del rock & roll: juventud y rebeldía

A mediados de los años cincuenta, Estados Unidos vivía una aparente calma tras la Segunda Guerra Mundial. Pero en ese ambiente, una nueva generación comenzaba a sacudirse las normas y convenciones impuestas por sus padres. Chuck Berry, un joven afroamericano de St. Louis, canalizaba sus inquietudes personales—la discriminación racial, la frustración social y el deseo de independencia—realizando un estilo musical que rompía moldes. En 1955 se dio a conocer con “Maybellene”, una adaptación del tema country “Ida Red”, que fusionaba el ritmo del rhythm & blues utilizando una guitarra eléctrica punzante y letras que hablaban de autos, chicas y deseos juveniles. Chuck Berry, influenciado por el blues de T-Bone Walker y el country que escuchaba en la radio, creó un lenguaje sonoro completamente nuevo: riffs vibrantes, letras que capturaban la vida adolescente y una presencia escénica electrizante.

Esa nueva música hablaba de velocidad, rebeldía y libertad, conectando con una juventud que comenzaba a cuestionar los valores y conductas tradicionales. Canciones como “Roll Over Beethoven”, “Johnny B. Goode” y “Rock and Roll Music” no solo definieron el sonido del rock & roll, sino también su actitud. Pero Chuck Berry también vivía en tensión con el sistema. En 1959 fue arrestado por violar leyes que prohibían transportar a una menor. Aunque el caso estuvo marcado por prejuicios raciales y ambigüedades legales, Chuck Berry fue condenado a un año y medio en prisión. Esta experiencia lejos de silenciarlo reafirmó su impulso creativo: el deseo de romper barreras, de hablarle directamente a los jóvenes, de sacudir los convencionalismos impuestos por una sociedad conservadora. Fue, sin duda, el autor del lenguaje sonoro que daría forma al rock.

Chuck Berry no estaba solo. Su estilo musical se expandió con los aportes de varios talentos. Little Richard, con su voz explosiva y su piano frenético, gritaba “Tutti Frutti”, mientras Elvis Presley grababa “Heartbreak Hotel”, convirtiéndose en el ídolo de una juventud que lo veía como una mezcla de sensualidad, rebeldía y estilo. Jerry Lee Lewis, con “Great Balls of Fire”, incendiaba los escenarios con su energía desbordante. Bill Haley & His Comets se convirtieron en los primeros rockstar ocupando el número dos del Billboard con “Rock Around the Clock”, marcando el primer gran hit comercial del género.

Durante esta etapa, otros artistas como Roy Orbison (“Oh, Pretty Woman”), The Beach Boys (“I Get Around”), The Kinks (“You Really Got Me”) y The Animals (“The House of the Rising Sun”) también dominaron las listas, consolidando el rock & roll como un fenómeno masivo.

El sonido del rock & roll en su etapa inicial era crudo, directo y contagioso. Las guitarras eléctricas marcaban riffs simples pero inolvidables, acompañadas por contrabajos tocados con slap, baterías de ritmo acelerado y pianos que estallaban en cada compás. Las voces eran viscerales, llenas de gritos, gemidos y carcajadas, como si cada interpretación celebrara el cuerpo y la libertad. No había ornamentos: solo ritmo, actitud y una moda tan provocadora como su sonido. Los jóvenes adoptaron un estilo que desafiaba la formalidad de sus padres: chaquetas oscuras de cuero, jeans ajustados, camisetas blancas y botas de motociclista. Elvis Presley popularizó los pantalones entallados, las camisas semiabiertas y los peinados con brillantina que rompían con la estética conservadora. Little Richard, por su parte, rompía esquemas con trajes brillantes, maquillaje llamativo y peinados altos, fusionando teatralidad con irreverencia. Las chicas también se sumaron al cambio: faldas en línea A con tobilleras, blusas ceñidas, chaquetas de mezclilla y peinados voluminosos con cintas o pañuelos. El rock & roll no solo se escuchaba, se vestía. Cada prenda era una declaración de independencia, una forma de decir “no” al conformismo.

A mediados de los años sesenta, este espíritu rebelde cruzó el Atlántico y se -reinventó en la llamada Invasión Británica. Grupos como The Beatles, The Rolling Stones, The Kinks y The Who tomaron la esencia del rock & roll estadounidense y la transformaron en un fenómeno global. Influenciados por el blues, el rhythm & blues y el beat, estos artistas británicos aportaron sofisticación melódica, letras más introspectivas y una estética que combinaba elegancia con irreverencia. The Beatles, con su carisma y armonías vocales, conquistaron Estados Unidos presentándose en The Ed Sullivan Show en 1964 con su canción "I Want to Hold Your Hand", y con ello marcaron el inicio de una memorable era. The Rolling Stones, más crudos y provocadores, canalizaron la energía del rock en himnos como “Satisfaction (I Can’t Get No)”. The Kinks, con un estilo cortante y letras urbanas, y The Who, con su teatralidad explosiva, ampliaron los límites del género. Esta ola británica no solo revolucionó el rock & roll, sino que lo internacionalizó en una decada intensa (1965-1975), convirtiéndolo en un lenguaje común para la juventud del mundo entero.

Pero como toda revolución, el rock & roll no se detuvo en su primer estallido. A medida que el mundo cambiaba rápidamente, también lo hacía su sonido. La juventud que bailaba frenéticamente en los años cincuenta transformó su percepción, creando una conciencia que cuestionaba guerras, sistemas y valores. Así, el rock se transformó en algo más profundo, más complejo: una música para pensar, para resistir, para sanar.

 

II. Woodstock y la transformación del rock: protesta y psicodelia

Los festivales fueron, sin duda, el escenario donde la comunión musical del rock se transformó en catarsis colectiva. El Monterey Pop Festival, celebrado en junio de 1967 en California, fue pionero en reunir a artistas como Jimi Hendrix, Janis Joplin, The Who y Otis Redding, en un evento que combinó música, caridad y espíritu experimental. También el Festival de la Isla de Wight, en el Reino Unido, comenzó a gestarse desde 1968 como un espacio de encuentro entre el rock emergente y las multitudes europeas. Estos eventos demostraron que el rock podía trascender el formato de concierto para convertirse en un ritual masivo, preludiando lo que sería Woodstock: una explosión cultural sin precedentes.

El 15 de agosto de 1969, una granja en Bethel, Nueva York, se convirtió en el epicentro de una revolución cultural. Más de 400,000 jóvenes se congregaron para presenciar el Festival de Woodstock, un evento que comenzó como una celebración musical y terminó como un manifiesto generacional. El primer día empezó con Richie Havens, quien improvisó el himno “Freedom” ante la demora de otros artistas, marcando el tono espiritual y urgente del festival. Le siguieron actos de folk como Sweetwater, Bert Sommer, Tim Hardin y Ravi Shankar, cuya interpretación bajo la lluvia añadió una dimensión mística.

El segundo día, el sábado 16 de agosto trajo el poder del rock con la explosiva presentación de Santana, un joven guitarrista mexicano que aún no había publicado ni siquiera un disco de 45 rpm, pero su estilo musical hipnotizó a la asistencia por una fusión de rock, jazz y ritmos latinos. Su interpretación de “Soul Sacrifice” fue un climax del festival, con percusiones frenéticas, solos de guitarra cargados de espiritualidad y una energía que parecía canalizar el pulso colectivo de medio millón de seres. Ese día también se presentaron Janis Joplin, Creedence Clearwater Revival, The Who y Jefferson Airplane, quienes tocaron hasta el amanecer del domingo.

El tercer día, el 17 de agosto, culminó con la presentación de Crosby, Stills, Nash & Young, y finalmente, Jimi Hendrix cerró el festival el lunes por la mañana con una versión distorsionada y pausada del himno estadounidense. Su interpretación, cargada de feedback y disonancia, se convirtió en un grito eléctrico contra la guerra de Vietnam y en el símbolo sonoro de una generación que buscaba paz, conciencia y transformación. Toda su actuación en Woodstock, acompañado por su banda improvisada Gypsy Sun and Rainbows, fue una mezcla de blues, psicodelia y protesta sonora. Con su guitarra, Hendrix imitó el estruendo de bombas, sirenas y disparos, convirtiendo el “Star-Spangled Banner” en una obra de arte política. Fue el momento en que el rock dejó de ser solo música y se convirtió en un lenguaje simbólico, capaz de narrar el dolor colectivo y proyectar la esperanza de transformación.

Particularmente la ropa en Woodstock fue una explosión de libertad, espiritualidad y contracultura. Los jóvenes se liberaron de las estructuras rígidas favoreciendo el uso de túnicas, pantalones acampanados, blusas bordadas, ponchos, collares de cuentas, cintas en la cabeza y pies descalzos o con sandalias. Cada prenda hablaba de paz, de conexión con la tierra, de rechazo al sistema. Los colores eran vibrantes, los estampados psicodélicos, y los materiales naturales: algodón, lino, cuero sin tratar. Carlos Santana vestía con camisas sueltas y pantalones blancos, mientras Janis Joplin combinaba plumas, gafas redondas y collares múltiples. Jimi Hendrix, con sus chaquetas militares, pañuelos y pantalones de terciopelo, encarnaba la fusión entre protesta y teatralidad. Entonces la moda era ritual: cada atuendo en el escenario era una declaración política, espiritual o estética. El rock se vestía con libertad, con introspección, con deseo de transformación. La indumentaria no era accesorio, sino manifiesto. En Woodstock, cada cuerpo era lienzo, cada prenda una consigna, cada color una emoción compartida. Toda esa estética hippie no solo acompañaba la música: la amplificaba, la encarnaba, la volvía visible.

Por todo lo anterior, Woodstock no solo fue el clímax de una década convulsa, sino también el punto de inflexión que separó definitivamente al rock & roll de sus raíces bailables y juveniles. El evento mostró que el rock podía ser espiritual como Santana, visceral como Janis Joplin, teatral como The Who, filosófico como Crosby, Stills, Nash & Young, y profundamente visionario como Jimi Hendrix. A partir de este festival, el rock adquirió una identidad propia: más introspectiva, más experimental, más comprometida con las causas sociales.

Este giro también se reflejó en el surgimiento de las óperas rock que llevaron el género a territorios narrativos y escénicos más ambiciosos. En 1969, The Who estrenó "Tommy", una obra conceptual sobre un niño traumatizado que se convierte en líder espiritual, combinando rock, teatro y crítica social. En 1970, "Jesus Christ Superstar", de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, reimaginó la pasión de Cristo desde una perspectiva contemporánea, con guitarras eléctricas y coros que mezclaban lo sacro con lo rebelde. Y en 1979, Pink Floyd lanzó "The Wall", una introspección sobre el aislamiento, la guerra y la alienación, que se convirtió en una de las obras más influyentes del rock progresivo. Estas óperas rock mostraron que el género podía contar historias complejas, explorar emociones profundas y dialogar con el teatro, la política y la filosofía, por eso, lo que antes era solo un ritmo para bailar se transformó en música para pensar, para sentir, para protestar.

Desde entonces, el rock dejó de ser solo un entretenimiento juvenil y se convirtió en una forma de arte que podía narrar el mundo, denunciarlo o reinventarlo. El sonido que emergió en Woodstock—con sus guitarras eléctricas como grito, sus voces como manifiesto y sus escenarios como ritual—es el que predomina hasta hoy en las múltiples variantes del rock contemporáneo, que representan una constelación de estilos. El heavy metal, con bandas como Black Sabbath, Metallica y Iron Maiden, llevó la distorsión y la potencia a niveles extremos. El rock sinfónico, representado por grupos como Pink Floyd y Yes, incorporó arreglos orquestales y estructuras complejas. El tecno-rock y el synth-pop, con artistas como Depeche Mode y New Order, fusionaron guitarras con sintetizadores. También surgieron el punk (The Ramones, Sex Pistols), el grunge (Nirvana, Pearl Jam), el indie (Radiohead, Arctic Monkeys) y el rock alternativo (Red Hot Chili Peppers, Muse). Cada estilo conserva el espíritu del rock: la búsqueda de identidad, la crítica social y la energía transformadora.

 


III. El regreso del rock & roll: nostalgia y estilo

Mientras el rock evolucionaba en múltiples direcciones hubo una corriente nostálgica que seguía mirando hacia el pasado. En los años setenta, el movimiento rockabilly resurgió como un homenaje al espíritu original del rock & roll. No era solo una moda pasajera, sino una reivindicación emocional de los orígenes. Había fans de todas las edades, pero predominaban especialmente aquellos que habían crecido con Elvis Presley, Little Richard y Chuck Berry. Comenzaron a reunirse en clubes, festivales y producciones teatrales que celebraban la estética de los años cincuenta, como si quisieran detener el tiempo en una época donde el ritmo era rebelde, pero aún ingenuo.

Elvis Presley, aunque físicamente decadente por los años, seguía siendo el Rey. Su regreso en 1968 con el “Comeback Special” y su presencia magnética en Las Vegas durante los años setenta lo reafirmaron como un ícono eterno. Jerry Lee Lewis también volvió a los escenarios, con una mezcla de rock y country que mantenía viva la llama del piano incendiario y la actitud desafiante. El revival no solo recuperaba sonidos: recuperaba gestos, miradas, formas de estar en el mundo.

En 1971, el musical Grease debutó en Chicago, y su adaptación cinematográfica de 1978, protagonizada por John Travolta y Olivia Newton-John, se convirtió en un fenómeno global. Grease no solo contaba una historia de amor adolescente: era una carta de amor al rock & roll, a los peinados altos, a los autos brillantes y a los bailes en los diners y cafeterías. La película capturó el espíritu de una generación que, aunque ya adulta, seguía bailando al ritmo de sus recuerdos.

El rockabilly trajo consigo una estética nostálgica, cuidadosamente estilizada. Los hombres retomaron los peinados pompadour, las chaquetas de cuero, los jeans de corte recto y las botas tipo creepers. Las camisas con estampados retro, los pantalones de tiro alto y los lentes oscuros evocaban los años dorados del rock & roll, donde cada prenda era una declaración de actitud. Las mujeres lucían faldas circulares con crinolinas, vestidos entallados con estampados de lunares, complementados con tobilleras o tobimedias, sus labios rojos impecables y peinados altos con ondas marcadas. Era una estética que combinaba coquetería con fuerza, glamour con autonomía. En cada festival, club o escenario, la moda rockabilly se convirtió en una celebración visual del pasado. No era solo una copia: era una reinterpretación afectiva, una forma de rendir homenaje al espíritu original del rock & roll.

Entonces, este tercer momento no fue una simple repetición, sino una revalorización donde el rock & roll reclamaba su lugar como forma de expresión, de identidad, de pertenencia, en la memoria de muchos, negándose a desaparecer en un mundo que cambiaba rápidamente. La estética y el sonido se entrelazaban para resistir el olvido, para recordar que el origen del rock no solo fue musical, sino también visual, emocional y profundamente humano.

 

Finalmente

El rock & roll no solo es un género musical, es una pulsación cultural que atraviesa generaciones, cuerpos e imaginarios. Su origen, en los márgenes sonoros del rhythm & blues y el country, fue una chispa que encendió una revolución estética y emocional. Desde los primeros compases de Chuck Berry y los alaridos de Little Richard, el rock se convirtió en un lenguaje visceral, capaz de nombrar lo innombrable, de canalizar el deseo, la rabia, la euforia y la melancolía de una juventud que buscaba romper con los moldes heredados.

A lo largo de las décadas, el rock se transformó en ritual colectivo. En escenarios como Woodstock, se fundió con la tierra, el cuerpo y el espíritu, revelando su capacidad de convocar multitudes en torno a una experiencia sonora que era también política, espiritual y estética. Las guitarras eléctricas se volvieron armas simbólicas; los atuendos, manifiestos visuales; los gestos, coreografías de resistencia. Cada estilo—del glam al punk, del grunge al indie—aportó nuevas capas de significado, nuevas texturas emocionales, nuevas formas de habitar el mundo.

Hoy, el rock conserva una esencia: la búsqueda de autenticidad, la necesidad de expresión, el impulso de libertad. En sus acordes hay historia, pero también futuro. En sus letras hay protesta, pero también poesía. En su estética hay recuerdo, pero sobre todo memoria. En los siguientes videodocumentales se relata y se muestra algo del metraje de imágenes de todo aquello que rodeo al festival de Woodstock, el evento que definitvamente transformó al rock en un a experiencia total, y donde la identidad se construyó por entre las letras de las canciones, las voces, los acordes, los bailes y las expresiones de los asistentes.

Woodstock 1969

Woodstock, tres días que marcaron una generación (Parte I)


Fuentes de consulta

Las Historias del Rock. (n.d.). Chuck Berry: El pionero que definió el rock and roll.
https://lashistoriasdelrock.com/chuck-berry-pionero-definio-rock-and-roll

Onda Cero. (2025, agosto 6). Historia de las discográficas: llega el rock and roll [Podcast].
https://www.ondacero.es/programas/mas-de-uno/audios-podcast/jf-the-end/historia-discograficas-llega-rock-and-roll_202508066893370a5f8fa325be220c60.html

Expansión Life and Style. (2019, agosto 15). Woodstock 1969: Los tres días que cambiaron el mundo.
https://lifeandstyle.expansion.mx/entretenimiento/2019/08/15/woodstock-1969-los-tres-dias-que-cambiaron-el-mundo

Sonidos Retro. (n.d.). Festival Woodstock 69: Un concierto y evento histórico.
https://sonidosretro.com/decada/musica-de-los-60/festival-woodstock-69/

Freim TV. (n.d.). Rebel Cats: reinventando el rockabilly mexicano desde 2005.
https://www.freim.tv/rebel-cats-reinventando-el-rockabilly-mexicano-desde-2005/

Wikipedia contributors. (n.d.). Tommy (The Who album). Wikipedia.
https://en.wikipedia.org/wiki/Tommy_(The_Who_album)

Wikipedia contributors. (n.d.). The Wall. Wikipedia.
https://en.wikipedia.org/wiki/The_Wall


julio 18, 2025

 

Cada mes de julio, Oaxaca se convierte en un escenario vivo donde la tradición se viste de colores, música, sabores y memoria. En el famoso Lunes del Cerro, celebrado en las fechas más cercanas al 16 de julio —día de la Virgen del Carmen—, se reúnen miles de personas que, con entusiasmo y emoción, dirigen su atención al auditorio del Cerro del Fortín para atestiguar las danzas, rituales y expresiones de las delegaciones provenientes de las ocho regiones del estado. Lo que ahí ocurre no es solo un espectáculo: es una explosión de júbilo colectivo, una celebración que reafirma el orgullo de ser oaxaqueño. La Guelaguetza se ha convertido en la máxima fiesta de los pueblos, donde cada paso de danza y cada nota musical es una ofrenda de felicidad compartida.

Pero la celebración no se queda en el cerro. El centro de la capital se llena de aromas, sabores y sonidos: desde el Llano hasta el Zócalo, pasando por mercados y calles empedradas, se saborean tlayudas, tejate, mezcal y dulces regionales, mientras el aire vibra con bandas, calendas y saludos en lenguas originarias. En cada esquina hay convite, risas, abrazos, música que contagia, y jóvenes que bailan heredando una historia. La Guelaguetza invade el alma y el paladar, y se comparte como se comparte el corazón. Es una fiesta donde el gozo se multiplica, donde los pueblos se reconocen en su diversidad y se abrazan en su hermandad.

El término “Guelaguetza” proviene del zapoteco guendalezaa, que significa ofrenda, presente o cumplimiento. Para los antiguos zapotecas, la ofrenda era inseparable del trabajo de la tierra: cultivar, cosechar y entregar los frutos a sus deidades como acto de gratitud. Figuras como Centéotl, diosa del maíz maduro, y Pitao Cozobi, dios de la cosecha y la abundancia, reflejan la conexión entre lo sagrado, lo comunitario y el alimento que sostiene al pueblo. En cada danza inspirada por cualesquiera de las deidades hay alegría, hay júbilo, pero también existe la reverencia y la veneración.

La Guelaguetza moderna nació en 1932 sobreponiéndose a un periodo de drama y pesimismo, entonces durante los festejos del IV Centenario de la ciudad de Oaxaca, con el llamado Homenaje Racial, se realizó una representación donde las siete regiones tradicionales ofrecieron danzas y productos típicos como símbolo de unidad. Desde esa fecha, la celebración ha evolucionado hasta convertirse en un evento internacional que honra la diversidad, el orgullo cultural y la identidad de los pueblos que, año con año, se preparan con esmero para compartir lo mejor de sí.

Por décadas la Guelaguetza vivió en la memoria de quienes la presenciaban. Luego llegaron las cámaras, la radio y la televisión pública —especialmente CORTV, que ha transmitido el evento por señal abierta y medios culturales. Hoy, la fiesta también se vive en el mundo digital: gracias al streaming en redes sociales, la tradición llega a miles de pantallas en América Latina y más allá. Así, el orgullo de Oaxaca se multiplica, se expande, y toca corazones que laten al ritmo de sus sones. Por eso, desde ART, Nido de Ideas invitamos al público lector a presenciar la transmisión completa de la Guelaguetza 2025 en YouTube, con más de dos horas de música, danza y cultura viva.



julio 16, 2025

Desde el 26 de junio, la Ciudad de México abrió un umnbral de lo extraordinario con El Laberinto de Tim Burton, que se instaló en el Lienzo Charro de Constituyentes, transformando ese recinto en un pasaje sensorial hacia los mundos oscuros, dulces y asombrosamente poéticos del director californiano. La experiencia es mucho más que una exposición: es una travesía que pulsa al ritmo de la imaginación, donde cada visitante es protagonista de su propia odisea visual.


Autorizada e inaugurada por el propio Tim Burton, esta muestra ofrece más de 300 rutas posibles. Cada recorrido es una espiral distinta, una travesía inmersiva por los recovecos de la mente del creador. Aquí no hay mapas ni pasillos convencionales: solo puertas que murmuran historias, luces que parpadean como pensamientos inconclusos, y personajes que abandonaron el celuloide para cobijarse en un espacio que respira fantasía.

La ruta que yo recorrí me llevó por salas extraordinarias donde habitan los vestigios de sus películas icónicas: bocetos originales, vestuarios enigmáticos, escenografías que casi conversan, objetos inéditos que Tim Burton guarda como fragmentos de su alma. El bosque marchito de El cadáver de la novia, los excesos cromáticos de Charlie y la fábrica de chocolate, el eco de Beetlejuice, la aventura de Marcianos al ataque y la melancolía eterna de El joven manos de tijera se entrelazan como estaciones de un periodo emocional.

Una hora bastó para perder la noción del tiempo. Porque, al igual que en sus películas, en El Laberinto el tiempo se pliega y se estira, se transforma y se disuelve. Uno no sale como entró: se lleva consigo una parte de ese universo burtoniano, hecho de sombras tiernas y colores imposibles.

Si quiere un vistazo íntimo a lo que viví entre esos muros encantados, le invito a ver mi video de 3 minutos dentro del laberinto. Acompáñeme por ese rincón de lo irreal que materializó Tim Burton:

@yomicubo_online Mi vídeo de 3 minutos dentro del Laberinto de Tim Burton. #yomicubo_online #addclipvideo #ellaberintodetimburton #yomicubo ♬ 30 Minutes of Silence - Silenzio



mayo 09, 2025

¡Eres la dulce protectora de mis sueños! ¿Eres la fuente permanente de mi protección espiritual!  ¡Eres la tejedora incansable de mis esperanzas! En tus manos floreció mi vida, y en tu mirada y abrazo cálido encuentro el consuelo de mi pesimismo, por eso eres una gran luz en mi oscuridad, un puerto seguro cuando el mundo se convierte en una tormenta.

Hoy, como desde mi primer latido, mereces mi gratitud, mereces mi respeto y mi homenaje que quiero profesarte con estas palabras, tratando de ofrecerte mi cariño, mi amor y mi ternura, que espero aceptes infinitamente como es tu bondad, tu paciencia y tu amor, donde se guarda la esencia más pura de la vida.

Tus sacrificios, silenciosos y amorosos, son el hilo que une los corazones de la familia, de los hermanos, tu voz siempre es el susurro que calma, la fuerza que alienta, la caricia que nunca se olvida, por eso ¡Querida Mamá eres la eternidad de nuestro amor!

¡Feliz Día Mamá Gloria, Elia, Lizbeth, Hera y Edilia!


Las Madres mexicanas sostienen todo con su amor

La madre mexicana no es solo quien cuida y cría; es la esencia del hogar, el espíritu que da forma a la identidad de su familia. Desde tiempos inmemoriales, su presencia ha sido el sostén emocional y moral de generaciones, el eje sobre el que se construyen los valores y los lazos familiares. Su sacrificio no es grandilocuente ni busca reconocimiento: se manifiesta en actos cotidianos, en la mirada que entiende sin palabras, en la comida servida con amor, en el esfuerzo silencioso por dar lo mejor a los suyos, aunque signifique postergarse a sí misma.


Algunos retratos de la Mamá en el cine

El cine de oro mexicano ha plasmado distintas dimensiones de la maternidad: desde la protectora incansable hasta la madre silenciada por el destino.

1) En Los olvidados (1950), dirigida por Luis Buñuel, la maternidad se aborda desde una perspectiva cruda: la madre es una figura ausente, superada por la pobreza y la violencia, incapaz de ser refugio para su hijo. Un retrato desgarrador de una realidad que muchas mujeres han enfrentado en el país.

2) Por el contrario, ¡Acá las Tortas! (1951), dirigida por Juan Bustillo Oro, nos muestra a una madre luchadora, interpretada por Sara García. Aquí, la maternidad es resistencia pura: la mujer que sostiene a su familia a través del trabajo y el sacrificio, capaz de enfrentar desprecios y dificultades sin perder la esperanza ni el amor por los suyos.

3) Cuando los hijos se van (1969), dirigida por Julián Soler, presenta una maternidad marcada por la tragedia y el perdón. La madre, encarnada por Amparo Rivelles, enfrenta la separación de sus hijos con dolor, pero también con la sabiduría de quien sabe que el amor no depende de errores o decisiones equivocadas, sino de su capacidad infinita de comprensión.

4) Finalmente, El lugar sin límites (1978), dirigida por Arturo Ripstein, muestra una maternidad en un entorno adverso, donde el sacrificio y la lucha por la protección de los hijos se vuelve una batalla diaria. Aquí, la madre, interpretada por Lucha Villa, representa la fuerza femenina en tiempos difíciles.

Del hogar hacía el mundo

El rol materno en México ha cambiado con el tiempo. Antes, la vida de una madre mexicana giraba en torno al hogar, los hijos y las expectativas de una sociedad que veía en la maternidad su principal razón de ser. Pero los tiempos han cambiado y, con ellos, la madre mexicana ha encontrado nuevas formas de expandir su mundo sin perder su esencia. Hoy, sigue siendo la guardiana del hogar, pero también se ha convertido en una mujer empresaria, profesional, líder, activista. Se ha abierto paso proyectándose en espacios que antes eran ajenos, sin dejar de ser el pilar emocional de su familia, por eso la madre mexicana del siglo XXI no se limita a una sola función. Ahora, busca el equilibrio entre el amor familiar y su propio desarrollo personal, demostrando que el cuidado no está peleado con la independencia. La maternidad ya no es sinónimo de renuncia, sino de reinvención: mujeres que crían, que trabajan, que sueñan, que construyen su camino sin dejar de ser el refugio de sus hijos. Su evolución ha sido necesaria y poderosa, pero en el fondo, su esencia sigue intacta: amor infinito, entrega sin condiciones, fortaleza imparable.

Las Madres eternas y sus raíces que nunca se quiebran

Más allá de los cambios sociales, más allá de las distintas formas de ser madre en México, hay algo que permanece intocable: su amor como fuerza central de la familia. No importa el tiempo, la adversidad ni las circunstancias. La madre mexicana sigue siendo la columna que sostiene, el corazón que guía, la mano que da sin esperar. Un ejemplo de resistencia, de amor genuino, de esa ternura que sobrevive a todo. Porque cuando todo lo demás falla, ahí está ella, lista para sostener, abrazar y seguir adelante.

Las mentiras de Mamá

En 2016, FUD quiso tocar fibras sensibles con su spot "Tu Mamá Miente", dirigido por Luis Mandoki y narrado por Diego Luna. La idea era mostrar esas pequeñas "mentiras" que todas las mamás dicen para protegernos, darnos ánimos o hacernos la vida más fácil. El spot muestra escenas cotidianas donde una madre esconde sus preocupaciones o exagera su optimismo para cuidar emocionalmente a sus hijos. Pero lejos de ser engaños, esta actitud proviene desde el amor filial y el deseo de verlos felices. La producción estuvo a cargo de la Agencia Terán-TBWA, con expertos como Martín Hernández en el sonido. El spot se transmitió en televisión, cine y plataformas digitales, logrando que más de una persona soltara las lágrimas y pensara en todo lo que su mamá se ha sacrificado. Porque sí ¡las mamás dicen "mentiras"! pero si algo nos enseña su vida y sacrificio es que siempre lo hacen por el amor a sus hijos.

A continuación posteo este grandioso spot y extiendo mi invitación para verlo, a todos aquello hij@s agradecidos con su querida mamá:

Atentamente                    
M.M. Perseo Rosales Reyes

Fuentes: 

Tu mamá miente: el video de Diego Luna y FUD para el Día de las Madres. Merca2.0 (9 de mayo de 2016). https://www.merca20.com/mama-miente-video-fud-diego-luna-dia-las-madres/


enero 03, 2025

En esta época del año llena de alegría y reflexión, es un momento perfecto para celebrar con nuestros seres queridos, valorar lo que tenemos y reflexionar en lo que esperamos, pero que será la obra de las acciones y decisiones de cada uno, por eso también en esta época hay que darse tiempo de considerar los cambios positivos que cada quien podemos hacer en nuestras vidas y que empiezan por los deseos y los propósitos.

En la siguiente publicación se expresan los deseos para que cada familiar del profesor ART, tenga un maravilloso y próspero año 2025:


Liz:

En el aula de tus clases deseo que reine la armonía, con tu sabiduría como guía, que tu corazón esté lleno de entusiasmo y pasión, al enseñarle a tus alumnitos inspirándolos a aprender y a tu familia mostrarle cómo crecer.


Hera:

Con vitalidad e inspiración deseo que logres tu propósito que es tu misión, siendo ejemplo de tu familia en cada acción y con cada decisión, así como seguir de guía y lideresa en la educación.


Gloria:

Llena de fortaleza y mucha paciencia deseo que transmita sus consejos, sus experiencias, siendo ejemplo de amor y dedicación, guiando a sus hijos y nietas hacía una vida plena de valores y gran inspiración.


Eurídice:

Que haya empatía e inspiración en tu labor pues deseo que cada día seas mejor. Esfuérzate por ser una gran persona con amor y dedicación y una gran profesora para crecer junto a tus alumnitos en cada año y con cada lección.


Ekaterina:

Desde siempre deseo que tengas éxito y comprensión en tu caminar, cultivando amistades fuertes y sinceras en tu andar, sin olvidar que siendo hija y hermana, has de compartir amor y dedicación, para crecer en tu carrera y en el corazón.


Larissa:

Deseo que siempre haya felicidad e ilusión en tu mirar, que tu trabajo en el mar ayude a que tus sueños se hagan realidad sin cesar, navegando por las aguas de la vida con pasión y valentía, pero ya sea en algún lugar o en el manglar, vive felizmente tu fantasía.



Kelcyra:

Siendo una persona encantadora deseo que en cada tarea tu alegría brote sin demora. Además del amor a tus perrijos, que siempre tengas razones para sonreír, desempeñar tu labor sin desistir y con la nobleza de tu corazón así seguir.


Lizbeth:

Como esposa, hija y enfermera ejemplar, deseo que encuentres inspiración en el amor y en tu vocación. Cuida a tus pacientes con profesionalismo y dedicación, pero en casa, a tus hijas y a tus padres cuidar, dándoles ternura y alegría constante, sin cesar.



Perseo:

En tu búsqueda de paz y serenidad, deseo que vivas sin egoísmo ni maldad. Como empleado, quizás tu dedicación se notará, pero ser un hijo, hermano y padre ejemplar, requiere de tu honestidad y paciencia como las premisas, así tendrías una vida de nobleza y sin prisas.


Efraín:

La generosidad ya habita en tu corazón, sin embargo, deseo que al frente de tu familia más prosperidad te transmita, pues tienes una bondad inquebrantable al litigar, a otros ayudar, siendo un verdadero faro de justicia dentro y fuera de tu hogar.



Enero de 2025






diciembre 22, 2024

Desde los tiempos de la civilización griega, los grandes pensadores han intentado desentrañar los misterios de la vida, la muerte y las fuerzas que separan el bien del mal. Este anhelo por comprender no es un simple ejercicio intelectual, sino una necesidad inherente al ser humano: hallar sentido y dirección en nuestro paso por el mundo. En este contexto, el evangelio emerge como una guía espiritual que muchos adoptan para vivir con esperanza. 

Las enseñanzas de Cristo, en particular la pasión que culminó en su sacrificio nos invitan a interiorizar valores de justicia y compasión, desterrando el odio en favor de un amor puro e inmenso. Para el Profesor Arturo Rosales Toledo (ART), el consejo de Cristo: "Amar a tu prójimo como a ti mismo" siempre significó una exhortación a superar nuestras limitaciones y egoísmos personales, para vivir en armonía y servir a los semejantes. Además, desde Sócrates hasta los pensadores modernos como Noam Chomsky, nos ha provisto de ideas, paradigmas y conceptos para reflexionar sobre nuestro modo de vida, ejerciendo una virtud y discerniendo las intenciones detrás de nuestras acciones.

Al combinar el pensamiento filosófico con las enseñanzas del evangelio se construye una base de reflexión que desafía a las personas a comprender su propósito en el mundo actual, frecuentemente dominado por el materialismo y el egoísmo extremo. A continuación posteamos una playlist con los coros gregorianos apropiados para exponer 5 reflexiones extraídas del Nido de Ideas, el texto donde el Profesor ART escribió las nociones, las creencias y opiniones  que fueron su código personal de vida, por eso sus acciones siempre estuvieron fundamentadas en la libertad, la honestidad, la paciencia y el pensamiento, que fueron las virtudes de integridad que representaron sus principios personales hasta su último aliento de vida. 


1. La Natividad, la Gracia de Vivir y la Misión en la Vida

En sus reflexiones del Nido de Ideas el Profesor ART sugiere que la vida puede ser un enigma complicado de entender, pero todo el entendimiento surge de una respuesta integra ¿Qué significa realmente nacer con un destino, tener una misión y ser una buena persona? La natividad del ser humano es un regalo divino, es el inicio de un camino que Dios nos ofrece lleno de oportunidades para experimentar. La gracia de vivir reside en todo ese tiempo que Dios nos otorga, donde hay momentos de oportunidades para enfrentar retos, de resolver dilemas, de disfrutar las alegrías o la felicidad que da la complacencia y esa satisfacción que emana de las buenas acciones y experiencias, con ello se cumple un destino personal.

El destino es el plan divino que Dios tiene para cada uno de nosotros, dentro de un orden tácito. No se trata de buscar resignación alguna en la sentencia de Dios, sino de entender nuestro rol y qué hacer en el gran esquema de la vida que Dios concede, por ello, vivir con un propósito no es simplemente existir; al nacer cada ser humano tendrá una misión especial para guiar su modo de vivir. 

En su obra “El Mártir del Gólgota”, Enrique Pérez Escrich escribe que el joven Dimas fue un huérfano, maltratado, agredido que decidió ganarse la vida como ladrón, siendo muy joven se convirtió en jefe de una banda de temibles forajidos que acumulaban riqueza robando a diestra y siniestra, sin embargo, cuando Dimas se encontró con Jesús, María y José que huían de la furia de Herodes, esto marcó un punto de inflexión en su vida. Dimas siguió robando, pero en su mente se aclaraba que tenía un destino irremediablemente ligado a la pasión de Cristo, y le surgió una devoción por la cual fue perdonado teniendo que cumplir la misión de acompañar a Jesús en todo su calvario, hasta aceptar el sacrificio de su vida al lado del Hijo de Dios.

La misión, aunque no siempre es clara desde el principio, se revela a través de la fe, el discernimiento y las bendiciones, siendo un compromiso activo con los valores y principios que ennoblecen nuestra alma y nos acercan a Dios. Algunas personas encuentran su propósito en el servicio y la ayuda a los demás, otras tienen su misión en la búsqueda de la verdad, del conocimiento, de la justicia, de la bondad, en la creación, en las artes y en proteger la belleza del mundo. Lo esencial es que, independientemente de la forma que tome, esa misión impulsará a cada quien para vivir una vida de ejemplo, donde las acciones reflejen que hay una predisposición de las personas para promover efectivamente un amor al prójimo, por ello, vivir con conciencia de nuestra misión y destino es una preparación hacia una existencia más libre y superior.

Ahora es momento de escuchar la siguiente canción de la playlist del coro Gregoriano para meditar con esta primera reflexión.

2. La Vida, el Espíritu y las Posesiones

El Profesor ART argumenta que nuestro modo de vivir debiera permitirnos realizar numerosas acciones benevolentes, actuando con humildad, con caridad y compasión hacia los demás. Al vivir teniendo una misión asumimos nuestra fe y dedicación a los principios evangélicos. Particularmente mediante la oración y la meditación fortalecemos nuestra espiritualidad, encontrando conexión y consuelo en nuestra relación con Dios. Esta conexión espiritual nos impulsa a vivir de manera que nuestras vidas se alineen con el plan divino. Aquí, las enseñanzas filosóficas contribuyen con las ideas de la virtud y la intención de nuestras acciones y su impacto en nuestros semejantes, como medios básicos de una vida de satisfacción espiritual.

Sin embargo, en esta época cada vez predomina más y más el egoísmo, la envidia, la avaricia y el robo de los grupos hacia la gente, de las familias hacia los grupos y de las personas despojando a otros, incluso a su propia familia. Tener posesiones materiales y riqueza no es algo prohibido, pero nunca debería ser la misión de nuestras vidas, sino un medio para servir a los demás y una gracia de vivir. Las riquezas son como bendiciones de Dios que prueban la bondad del ser humano, por eso debemos utilizarlas sabiamente para ayudar con caridad, con humanidad, con desinterés a quienes carecen de medios para vivir o que necesitan de ayuda para su misión en la vida. 

La filosofía plantea lo transitorio de lo material y la verdadera esencia de lo espiritual, lamentablemente las personas no siempre asimilan esta dualidad, hasta que están cerca de su muerte. Por ejemplo, a pesar de sus importantes contribuciones a la astronomía, como fueron sus observaciones planetarias y su desarrollo de instrumentos astronómicos durante los años del oscurantismo medieval, el astrónomo Tycho Brahe vivió una vida marcada por los excesos, el egoísmo y la ambición, su carácter fuerte y a menudo arrogante lo llevaron a conflictos y desplantes con las personas que necesitaba o rogaban de su ayuda. En su lecho de muerte, mientras agonizaba por una terrible infección, solo exclamaba: "Díganme que no he vivido en vano...", quizás logró la salvación debido a la generosidad de otro gran astrónomo, Johannes Kepler, el gran teórico de la gravitación universal.

Ya en la sociedad moderna y supuestamente más evolucionada y comprensiva, Erich Fromm explicaba que el sistema económico provoca un énfasis excesivo en la acumulación de propiedades, caracterizando a las personas como "tenedoras de bienes", llevándolas a existir en una vida superficial, alienante porque su identidad depende de las posesiones, eso implica un vacío existencial que se llena de pura banalidad. En contraste, el "auténtico ser" esta pleno de conciencia, de meditación, de espiritualidad y de libertad y crecimiento personal, entrando en una vida más plena, significativa y trascendental.

Ahora es momento de escuchar la siguiente canción de la playlist del coro Gregoriano y meditar con esta segunda reflexión.

3. La Muerte, el Destino y el Final

La reflexión del Profesor ART sobre la muerte subraya que este evento asusta a muchísimos, porque representa el suceso donde las actitudes y banalidades de la vida tienen su límite, siendo un final definitivo del ser humano para el cual nadie esta preparado. Como reza la inscripción de Amado Nervo en mucho panteones como el de su pueblo Tezoatlan, Oaxaca: “Descúbrete mortal la frente inclina, que el orgullo mundanal aquí termina”, ¡ante la muerte no hay evasivas!, sin embargo ¿Cuántas personas que recitan perfectamente los versículos de las sagradas escrituras, o que se consideran religiosas porque acuden continuamente a sus templos, han entendido que morir no es una desgracia, sino la última gracia de vivir?

La resurrección de Cristo es el más grande testimonio de la victoria sobre la muerte, demostrando una vida en la presencia divina para las personas que asumen las enseñanzas del evangelio. Al margen de la religión, la muerte ha sido un tema polémico entre los grandes filósofos, por eso el Profesor ART se sorprendía de las posturas de pensadores como Kant y Sócrates, específicamente, Kant afirmaba que la muerte, sin duda: “es uno de los más crueles y dolorosos desencuentros a los que el ser humano se enfrenta”, lo que comprobó en el invierno de 1803, muriendo de un shock neurogénico mientras murmuraba: “¡Es suficiente, ya basta…!”; por el contrario, Sócrates creía que la muerte: “es una liberación del alma abandonando el cuerpo, en una transición hacia un estado más puro de existencia”, quizás por ello, cuando fue condenado a muerte bebiendo la pócima de cicuta todavía dio un paseo con la ansiedad de esperar un gran momento, luego tomó la fatal bebida y se recostó esperando la muerte, en su último aliento de vida pidió a su discípulo Critón pagar una deuda: “-debemos un gallo a Asclepio, págaselo y no lo descuides…” Así finalizó tranquilamente su vida, y quizás su alma fue liberada como él lo creía.


Entonces, tanto el evangelio como la filosofía sugieren que la misión en la vida y el destino finalmente confluyen en un estado de plenitud y sublimación espiritual del ser humano. Esto se lograría al vivir conforme a las enseñanzas evangélicas, venerando a Dios, amando al prójimo y llevando una vida de compasión, asimismo, la filosofía agrega la virtud y la conciencia, por ello, la muerte, el destino y el fin de la misión están interconectados. El destino nos guía en nuestra misión, alienta la conciencia que nuestras vidas tienen un propósito mayor en el plan de Dios. El fin de nuestra misión es la realización de ese propósito, alcanzando la plenitud que nos prepara para una vida más trascendental, que es eterna.

Ahora es momento de escuchar la siguiente canción de la playlist del coro Gregoriano y meditar con esta tercera reflexión.

4. La Vida Eterna, el Alma y la Esperanza

Decía el Profesor ART que la vida eterna es quizás la máxima promesa divina, que implica una nueva existencia al lado de Dios, superando el umbral la muerte. Aunque la ciencia todavía no tiene un método que permita comprobar los testimonios de las personas que han tenido Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM), la evidencia más contundente de una vida después de morir es, sin duda, la resurrección de Cristo. Tres días después de su crucifixión, la abatida e incrédula María Magdalena escuchó a Jesús preguntarle: “¿Por qué buscáis a los vivos entre los muertos?”. Filosóficamente el alma se considera inmortal, al respecto Pitágoras creía que tras la muerte física iniciaba “la transmigración del alma”, manifestándose en la búsqueda de un nuevo ente donde vivir; por su parte, Santo Tomás de Aquino filosofaba  con un alma activa “que da forma a los seres vivos porque es lo que les da realidad plena”, por ello , el alma que es la verdadera esencia del ser, no se agota ni se extingue, en consecuencia permitirá una manifestación de la existencia aún después de la muerte del cuerpo, alimentando la esperanza de la vida eterna.

La esperanza es una fuerza poderosa, que según San Pablo: “nos permite aguardar con confianza la realización de las promesas”, especialmente de aquellas con una esencia divina. Entonces, se convierte en una motivación poderosa que nos impulsa a superar obstáculos en la búsqueda de una vida más plena y significativa. El Profesor ART creía que la esperanza permite enfrentar las adversidades y particularmente la muerte con la certeza de que nuestra vida está en las manos de Dios y que su plan divino ha sido, y seguirá siendo bueno.

Ahora es momento de escuchar la siguiente canción de la playlist del coro Gregoriano y meditar con esta cuarta reflexión.

5. Dios, el Amor y la Fe

Desde la fe cristiana, Dios es el creador y sustentador del universo, una presencia ubicua, cercana y amorosa, que influye definitivamente en nuestras vidas. Su amor infinito nos provee del regalo de la vida, y decía el Profesor ART, también nos otorga una misión y un destino que habremos de cumplir. 

La noción de un Dios supremo rector de la vida humana ha sido objeto de reflexión filosófica. Aristóteles creía en un "Primer Motor" que proveía del movimiento y existencia a las cosas, siendo un concepto compatible con la idea de un Dios creador y sustento de todo lo que existe. Por su parte, Spinoza creía que de haber un Dios entonces es la única sustancia infinita y eterna, equivalente a la Naturaleza, pero Dios no es un ser personal que interviene en los asuntos humanos, sino la esencia misma de todo lo que existe. Einstein, influenciado por Spinoza, compartía una visión similar, viendo a Dios como la inteligencia suprema que se manifiesta en la existencia del cosmos, sin embargo, cuando afirmó que "Dios no juega a los dados", Einstein resaltaba su creencia en un universo regido por leyes precisas y determinísticas que atañen a todo el mundo, lo cual sustenta la argumentación evangélica de la realización de un plan divino.

En ese plan de Dios quizás el mandamiento más grande sin duda es el amor, de tipo incondicional, que debería reflejarse en nuestras acciones diarias, cuando interactuamos con los demás, porque es un impulso que da actitud, eleva el alma y conecta con lo trascendental. Particularmente, el amor de Dios es el principal nutriente de la fe. San Pablo decía que: "la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, tener fe es tener la confianza en lo que no se percibe, la certeza de lo que se espera sin permitir las dudas, las incredulidades, ni las intrigas, por ello es la base de la relación humana con Dios, permitiéndonos creer en su plan divino, incluso en tiempos de incertidumbre, opinaba el Profesor ART, esta fe traspasa lo inmediato y lo material convirtiéndose en un brújula espiritual, orientando nuestra existencia hacia lo trascendental, porque esa fe implica valores, principios y aprendizajes en la gracia de vivir, que trascienden. 

Ahora es momento de escuchar la penúltima canción del coro Gregoriano y meditar con esta última reflexión.

En Conclusión

Las cinco reflexiones anteriores ofrecen la visión detallada del Profesor ART según su experiencia de vida, su manera de pensar y de entender el orden de las cosas, tratando de proporcionar a los suyos: hijos, nietos, familiares y amigos, un argumento que nutra positivamente la gracia de vivir, con un propósito y misión. 

La muerte, aunque temida, es solo un paso más hacia una vida eterna en la presencia de Dios, recordándonos que nuestras acciones en la vida tienen algún efecto para alcanzar o alejarnos de esa eternidad. El alma, inmortal y constante, guía nuestras vidas a través de la esperanza y la fe, preparándonos para esa existencia más elevada.

En la compasión, la justicia y el amor incondicional encontramos la verdadera realización de nuestra misión. Vivamos con la firme convicción y enorme confianza en que el plan divino de cada quien es inquebrantable y se cumplirá de la mejor manera. Nuestras vidas no deben definirse por la acumulación de bienes materiales, sino por la calidad de nuestras acciones y la profundidad de nuestro amor por los demás, empezando con nuestros seres queridos y quienes nos rodean, reflejando en cada momento la iluminación interna y divina que nos guía.

El profesor ART probablemente recomendaría que vivamos con plena conciencia de nuestra misión, que nuestras vidas sean un testimonio constante de compasión, bondad y justicia, mostrando en cada acto de amor y fe un acercamiento al reino etéreo, que es el dominio de Dios. Así, crearemos un impacto positivo y duradero, reflejando la luz divina hacia una existencia más plena, trascendental y de gran paz.


Perseo Rosales Reyes
Diciembre de 2024





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